Los problemas en la red de saneamiento de un inmueble son, sin duda, los más habituales en una comunidad de propietarios.
La complejidad de algunos problemas en el diagnóstico, reparación o instalación de canalizaciones, ha aumentado en los últimos años la necesidad de utilizar la pocería sin zanja.
En la actualidad es posible rehabilitar cualquier tubería de alcantarillado, por difícil que parezca.
Primero es necesario localizar y abrir todas las arquetas. Posteriormente se realiza una limpieza de la tubería con un equipo de agua a presión, para eliminar los restos sólidos que existan, y así posteriormente realizar una inspección con una cámara robótica que visualiza las posibles roturas y desgastes en el recorrido de la tubería.
Una vez realizados estos trabajos de limpieza y examen, la tubería ya estaría preparada para comenzar la rehabilitación.

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