Aunque todos los inviernos sufrimos episodios de frio en nuestro país, últimamente nos visitan masas de frio polar que dejan temperaturas excesivamente bajas sobre todo en zonas del interior peninsular y sistemas montañosos. En esas zonas las temperaturas bajan bastante en invierno, y es muy probable que se produzca congelación en tuberías,  especialmente las que se encuentran en el  exterior de las viviendas o en aquellas que están deshabitadas o tienen poco uso.

Para evitar la congelación en tuberías es necesario sobre todo prevenir. Lo más adecuado sería contar con la experiencia de un experto que asesore sobre la mejor manera de proteger las tuberías, pero si no fuera posible, puedes seguir unos sencillos consejos que te ayudaran a evitarlo.

Cómo evitar congelación en las tuberías del hogar

Estos sencillos consejos pueden ayudarte a evitar que se congelen las tuberías de tu hogar, o que al menos los daños sean leves.

6 sencillos consejos para evitar la congelación de tuberías

  1. Lo más importante es la prevención. Adelantarse a la época más fría pensando con antelación los sistemas que vamos a utilizar para la protección de las tuberías y tenerlo todo dispuesto. No lo dejes para el último momento, porque será demasiado tarde.
  2. Si la vivienda va a estar desocupada durante un tiempo prolongado y no se van a utilizar los grifos de tu casa, es recomendable que cierres la llave de paso y vacíes el sistema ya que, cuanta menos cantidad de agua haya dentro de la tubería, menor será la posibilidad de congelación.
  3. Revestir las tuberías exteriores con material aislante es imprescindible en zonas frías o de montaña. Esto ayudará a proteger las tuberías del frío. Puedes optar por distintos tipos de cintas térmicas y accesorios aislantes, que no suponen un gasto importante en comparación con el beneficio que obtendrás. Como en todas las instalaciones, no olvides seguir siempre las indicaciones del fabricante.
  4. Desconectar de la llave, vaciar y guardar en el interior de la vivienda o garaje las mangueras que habitualmente están en el jardín o patio. El frio y el hielo pueden resquebrajarlas.
  5. Por último y muy importante, disponer de una caldera con termostato de protección contra heladas. Estos termostatos se activan automáticamente al detectar una  caída peligrosa de la temperatura, solucionando el problema cómodamente.
  6. Si tu caldera es más antigua, puedes programar el termostato a no menos de 12 grados, si no vives de continuo en la vivienda, y así la caldera se pondrá en marcha si baja de esa temperatura.

¿Y que hago si las tuberías se han congelado?

  1. Si ves con facilidad qué tubería está congelada, puedes pasar directamente al paso 2, pero si no lo tienes muy claro, te recomendamos que abras los grifos uno a uno para detectar por el que no sale agua con normalidad, y ese será el tramo que se ha congelado.
  2. Una vez localizada, lo importante es descongelar el agua que se encuentre en su interior. Para ello puedes usar un calefactor eléctrico o un secador de pelo, con paciencia y dirigiendo el calor hacia el tramo congelado Es muy importante vigilar la descongelación y tener cuidado ya que estás usando aparatos eléctricos en una zona en la que se producirá humedad y existe riesgo de electrocución o incendio.
  3. Y por último, si después de descongelarla observas alguna rotura o avería, lo mejor  llamar a un profesional para que realice la reparación con los materiales y métodos adecuados. La mayoría de las veces las reparaciones «domésticas» se complican y acaban siendo un problema mayor.

 

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