El W.C. tal y como se conoce en la actualidad, son las siglas de “water closet” que significa más o menos “armario o gabinete de agua”.
En 1597 el poeta inglés John Harington fue el primero que diseñó el primer W.C. de válvula, y que posteriormente instaló instaló en el palacio de Isabel I, aunque la experiencia no resultó demasiado positiva debido a la falta de alcantarillado.
Años después en 1775, John Cummins patentó un w.c. de cisterna, que fue perfeccionado por Samuel Prosse con su válvula esférica, tres años después.
Sin embargo, fue en 1851 cuando se presentó en la Exposición Universal de Londres, extendiéndose su uso con enorme éxito entre las clases acomodadas de la sociedad victoriana. Hacia 1890 su uso se había extendido por toda Europa.
Incluso los cretenses usaban en el Palacio Real de Cnossos una especie de inodoro con cisternas alimentadas por corrientes de agua, hace aproximadamente más de 4.000 años. Y los egipcios y romanos también utilizaron el inodoro, estos últimos en forma de letrinas regadas por agua corriente.
Es bien cierto que en la actualidad apenas damos importancia a cómo funcionan las cosas, las tenemos al alcance y las utilizamos sin más. Sin embargo no hay duda de que el inodoro supuso un importantísimo avance para la higiene personal y la salud pública.
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Véalo en nuestro blog http://desatascomadrid.blogspot.com/2016/02/que-sabemos-sobre-el-wc.html